sábado, 28 de febrero de 2015

28 febrero 1970 cierra la Posada del Peine

La Posada del Peine es un establecimiento hotelero de Madrid, siendo uno de los hoteles más antiguos de España. Data del año 1610, aunque permaneció cerrado al público desde la década de 1960, siendo rehabilitado en el siglo XXI por la cadena High Tech, reabriéndose en el año 2006.


La Posada del Peine fue fundada en Madrid en 1610, en la antigua calle del Vicario Viejo, hoy Marqués Viudo de Pontejos. El primer propietario fue Juan Posada, quien abrió sus puertas al público en dicho año. En 1796, los nuevos propietarios, los hermanos Espino, encargaron a Francisco Álvarez Acevedo la ampliación de la Posada, mediante una licencia que permitía edificar una nueva planta en las dos fachadas del edificio. Este trabajo se llevó a cabo bajo el control del arquitecto municipal, Juan de Villanueva. Alrededor de 1800, se ampliaron sus instalaciones con la construcción de una casa contigua. Tras estas ampliaciones, se realizó otra modificación en 1863. Este nuevo proyecto permitió mejorar el estado estructural de la Posada, y aumentó de nuevo la altura del edificio, contando desde entonces con tres pisos. El proyecto corrió a cargo del arquitecto Juan Antonio Sánchez.


En 1868, año en el que Isabel II fue destronada, Madrid contaba con diversos establecimiento hoteleros pero la demanda crecía sin poder ser cubierta. A pesar de la construcción de los primeros hoteles en los inicios del siglo XX, la Posada del Peine se mantuvo y afianzó como el establecimiento de mayor prestigio de Madrid. Por aquel entonces la Posada contaba con 150 habitaciones. Más adelante, en 1892, para mejorar su aspecto estético y como conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América, el edificio más antiguo fue coronado con un templete con objeto de colocar un reloj, del que actualmente solo se conserva el hueco vacío de la esfera. Tras pasar por diversas manos, la Posada fue vendida a la casa de relojería Girod quienes incluyeron en el edificio su taller a través de la reforma del ala del primer piso.


Sus puertas se volvieron a abrir, bajo su mismo e histórico nombre, en el año 2006. Se encuentra situada a pocos metros de uno de los arcos de acceso a la Plaza Mayor de la capital, muy cerca de la Puerta del Sol y frente al Palacio de Santa Cruz, actual sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. 


En un principio, junto a la Posada del Peine se encontraba la principal parada de diligencias de la capital, como aún recuerda el nombre de la calle Postas, donde se ubica el hotel.
Su nombre no es casualidad. Viene dado por un dato muy peculiar: en sus inicios, para impedir que los viajeros se lo llevaran, en sus habitaciones se contaba con un peine atado a una cuerda o cadena, como servicio adicional para sus clientes.


Su estructura arquitectónica es también peculiar. El hotel está ubicado en tres edificios unidos entre sí, con tres estilos arquitectónicos diferentes que se corresponden con distintas épocas.


Actualmente de la antigua Posada solo se conservan las fachadas de los tres edificios originales, en la que se puede ver escrito su nombre. A lo largo de la historia de la literatura podemos encontrar numerosas referencias a la Posada del Peine. Entre sus paredes se alojaron, entre otros, la viuda de Gustavo Adolfo Bécquer, Casta Esteban, o el pintor José Gutiérrez Solana. El edificio fue además objeto del discurso de ingreso en la Academia de la Lengua de Camilo José Cela.


La Posada se mantuvo abierta al público de forma modesta hasta alrededor de 1970, época en la que cerró sus puertas. En 2006 el hotel recuperó de nuevo todo su esplendor de antaño gracias a la inversión y esfuerzo de la cadena hotelera madrileña High Tech, la cual gestiona desde ese año la Posada. De su mano, la antigua Posada se ha convertido en un referente turístico e histórico de Madrid.

viernes, 27 de febrero de 2015

27 febrero 1819 Goya adquiere la Quinta del Sordo

La Quinta del Sordo, o Quinta de Goya, era el nombre de una extensa finca y casa de campo situada en una colina del antiguo término municipal de Carabanchel Bajo a las afueras de Madrid, en la que vivió Francisco de Goya durante sus últimos años en España, antes de su exilio, y en la que se hallaban las Pinturas negras. En contra de la creencia popular, el nombre de la finca no se debía a la sordera del pintor, sino a la de un anterior propietario. La casa fue demolida en el verano de 1909.

Aspecto de la Quinta de Goya, hacia 1905. (Fotografía de Asenjo, publicada en la revista La Ilustración Española y Americana, el 15 de julio de 1909)

Goya adquirió esta villa el 27 de febrero de 1819, a un anterior propietario, Pedro Marcelino Blanco, que era sordo. En el inmueble residió hasta su partida hacia el exilio de Burdeos en 1824. En los breves periodos en los que volvió a Madrid se alojó en ella, que permanecía a cargo de su nieto Mariano. 

Grabado publicado en el libro Goya, de Charles Yriarte, editado en París en 1867. Página 91, capítulo sobre la casa de Goya (La maison de Goya)

Hay varias explicaciones plausibles para la compra de la finca por parte del pintor, como son su ideología liberal, que le haría desear vivir alejado de la corte totalitaria de Fernando VII, o el hecho de convivir discretamente con Leocadia Zorrilla de Weiss (esposa de Isidoro Weiss), madre de Rosario Weiss, de quienes se decía que eran amante e hija del pintor respectivamente, si bien oficialmente eran su ama de llaves y su ahijada o protegida. 

Detalle de plano de Madrid de Facundo Cañada, en 1900-1901, con la situación de la Quinta de Goya, o Quinta del Sordo, cerca del puente de Segovia

Tras la caída en 1823 de Riego y la reinstauración del Antiguo Régimen, Goya, sabedor de su pública condición de liberal, huye de la represión en 1824 obteniendo el salvoconducto con la excusa de tomar unos baños terapéuticos en Plombières, de donde pasará a Burdeos.

Placa conmemorativa en C/ Saavedra Fajardo, 32 
Distrito: Latina 
Colocada en el año 1990

Esta casa estaba situada en los terrenos que hoy delimitan la calle Caramuel y la de Juan Tornero, en el distrito de Latina de Madrid, en la margen derecha del río Manzanares, y a unos 200 metros del puente de Segovia, en el arranque del camino a la ermita de San Isidro. Este lugar era a principios del s. XIX un paraje natural de huertas y casas de campo aisladas. Las descripciones que han llegado a nuestros días son de décadas posteriores a la muerte del artista, y dan a conocer un caserón de planta rectangular, con dos plantas. En los alrededores de la construcción habría zonas ajardinadas, huertos y terrazas de grava o arenilla.

Saturno en la Quinta de Goya, en 1874. Fotografía de J. Laurent. Esta pintura estaba rodeada por un marco de papel. El negativo original se conserva en la Fototeca del IPCE

La casa, que era de humilde factura y no muy buena calidad de construcción, debe su fama a la serie de las Pinturas negras realizadas con óleo al secco sobre el yeso de las paredes. Estas pinturas tenían instalados unos marcos de papel, estando el resto del paramento decorado con papel pintado con motivos florales y vegetales en la planta inferior, y geométricos diagonales en la superior. De todo el edificio, sólo del ala decorada con las Pinturas negras se recogieron descripciones bastante minuciosas, mostrando dos grandes salas, una por planta.

Pintura mural Duelo a garrotazos, cuando estaba en la antigua casa de Goya, según fotografía de J. Laurent en el año 1874. Ampliando la imagen se distingue que una gran grieta vertical atravesaba la pintura y el papel pintado del muro. El rótulo indicando «Museo del Prado» se añadió al negativo hacia 1890. Fototeca del IPCE

En la planta baja, tendría la puerta en una de las paredes cortas, que daría al zaguán principal de la casa y en el que se situaba la amplia escalera. En los muros largos habría supuestamente dos ventanas en los extremos, y en el muro corto opuesto a la puerta, una única ventana. La planta superior, de idénticas dimensiones, tendría la puerta en la misma ubicación que la sala inferior, siendo la distribución idéntica con la salvedad de presentar una única ventana centrada en cada muro largo.

Disposición de las pinturas negras en la Quinta del Sordo

El primer catálogo de las pinturas lo hace Antonio de Brugada, pintor y amigo personal del maestro, hacia 1828, poco después de la muerte de este, dando cuenta de ocho pinturas en la sala superior (de las que se conservan identificadas siete) y siete en la inferior (todas ellas conservadas e identificadas).

Las Parcas

En fecha no muy lejana a 1854, Mariano Goya, nieto del maestro, vende la propiedad. En 1873 el barón de Erlanger es dueño de la finca titulada "Quinta de Goya". Émile d'Erlanger, aristócrata y banquero francés intenta vender las pinturas murales, primero al Louvre, y posteriormente en la Exposición Universal de París de 1878. Sin embargo, desanimado quizá por el poco interés suscitado por la obra en venta, acaba donando la serie al Museo del Prado, en 1881.

Duelo a garrotazos

Laurent, en 1874, fotografió las 14 pinturas murales entonces existentes en la Quinta de Goya, antes de su traslado a lienzo. Los negativos de vidrio originales, del gigantesco formato 27 x 36 centímetros, se conservan en el Archivo fotográfico Ruiz Vernacci. En estas fotografías se constata el estado de deterioro de las pinturas en el muro, con grandes grietas, arrastres de color, repintes, y faltas rellenadas con yeso. Además vemos que las pinturas fueron enmarcadas con marcos de papel, y las dos salas estaban completamente empapeladas. Entre 1874 y 1878 se arrancan las pinturas; trabajo que lleva a cabo el pintor y restaurador Salvador Martínez Cubells a instancias de Erlanger.

El aquelarre

No obstante, para entonces una de las 15 pinturas ya ha desaparecido. De este hecho ya en fecha tan temprana como 1867, cuando Charles Yriarte da noticias, citando la desaparición de una pintura que ha sido arrancada de la pared en la planta alta, a la derecha de la puerta. Se extrajo mucho antes de adquirir la propiedad Erlanger.

Perro semihundido

En parte de los terrenos de la finca se construyó en 1884 la estación de Goya, hecho por el cual recibió su nombre. Daba servicio a una línea de vía estrecha que unía Madrid con el municipio toledano de Almorox; estación que cerró y fue demolida en 1970. Por su parte, la vivienda del pintor permaneció abandonada durante largo tiempo, lo que acrecentó su deterioro, hasta que finalmente fue demolida por la piqueta en 1909, por estar denunciada como ruinosa.

Retrato de Francisco de Goya por Vicente López Portaña

jueves, 26 de febrero de 2015

26 febrero 1952 se inaugura el cine Carlos III, actualmente Platea Madrid

El cine Carlos III se ubicaba en pleno Barrio de Salamanca, en las cercanías de la Plaza de Colón, concretamente en el número 5 de la calle Goya.


Lo que en la actualidad es un moderno centro comercial llamado Platea, se inauguró como cine con la proyección del cortometraje “Casbah”, para a continuación funcionar como una sala de estreno por sesiones.


Las características del cine eran su lujo, cromatismo y múltiples detalles, cuidando el estilo de un conjunto que obedecía a una ubicación inmejorable y que completaba la oferta de ocio en un entorno mítico de la ciudad de Madrid. Los colores que primaban eran el gris y el dorado, y su aforo llegaba hasta las 1390 localidades, perteneciendo a la arquitectura llamada nacional.


En origen el cine posee una pantalla de 5,30m X 4,90m, medidas que serán sustituidas por una mayor de 10,30m X 6,90m, permitiendo una mejor proyección de películas tan afamadas como “Quo Vadis”, filme presentado a su vez en el cine Roxy B, el 11 de noviembre de 1954. Como curiosidad cabe destacar que dada la categoría de la película, se suspendieron todas las sesiones del día anterior, para así preparar convenientemente su estreno.


El cine Carlos III englobaba un conjunto arquitectónico que comprendía un hotel, viviendas particulares, calles cubiertas, comercios y cafeterías. Todo ello con una clara inspiración escurialense, estilo referente en aquellos años.



Tuvo en principio doble finalidad (Cine y Teatro) y así constaba en su marquesina. Incluso, alguna vez, fue utilizada su sala para audiciones musicales, como el concierto de piano José Uturbi en marzo de 1953.



Otro de los hitos que recordar, fue el estreno de la célebre película “Asignatura Pendiente” de José Luis Garci, que estuvo en pantalla ininterrumpidamente desde el 8 de Abril hasta el 23 de Octubre de 1977.

Fuente:


Platea Madrid


Han sido necesarios 60 millones de euros y 3 años de obras, para transformar lo que antiguamente fue el cine Carlos III en un espacio de 5.800 metros cuadrados y capacidad para casi 1200 personas. Con acceso directo desde Goya, Hermosilla y Marqués de Zurgena, el espacio cuenta con 6 estrellas Michelín y un escenario que actúa como zona de eventos, por lo que promete convertirse en unos de los lugares exclusivos de la capital, pero eso si, con precios asequibles para estar al alcance de todos los bolsillos.
Fuente: 



Ante ustedes... el nuevo Platea (artículo El Mundo)
Fuente:




miércoles, 25 de febrero de 2015

25 febrero 2010 muere Rafael de Penagos, actor y poeta madrileño



Hijo del famoso dibujante Rafael de Penagos Zalabardo, empezó escribiendo poesía bajo la influencia de Rafael Alberti y publicando artículos periodísticos en el diario ABC. Debutó como actor cinematográfico y de doblaje en Barcelona a principios de la década de los 40. Poco después se estableció en Santiago de Chile y posteriormente en Buenos Aires, donde publicó su primer libro de versos, Sonetos del buen amor, obra que fue elogiada por Juan Ramón Jiménez

Manuscrito Penagos de Rafael Alberti
"Para Rafael de Penagos, poeta, este cuaderno de mis noches de speaker en la radio Paris-Mundiale -1939- y en París, ya a oscuras, comenzada la guerra. Rafael Alberti. Buenos Aires 1953"

En 1945 volvió a establecerse en España, donde siguió compaginando su oficio de actor con la poesía, recitales y conferencias universitarias. En 1964 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura por su obra Como pasa el viento. Entre sus obras destacan: Carta a León Felipe (1967), Poemas a Consuelo (1992), Orilla del recuerdo (1996), Memoria de doce escritores(1999), Nueve siluetas (2005) y Retratos Testimoniales (2006). Su obra literaria ha sido elogiada por críticos y escritores como AzorínLeón FelipeCésar González RuanoMelchor Fernández Almagro y Federico Carlos Sainz de Robles.
Muy dotado para la comedia y poseedor de un timbre muy refinado, fue la voz habitual de los actores británicos Stan Laurel (en los redoblajes para TVE de los films del Gordo y el Flaco), Brian Murphy (en su papel de George Roper) y Donald Pleasence. Entre sus mejores creaciones se encuentra también la de Sherlock Holmes para las series de TV protagonizadas por Jeremy Brett a partir de finales de los 80.


En el campo del doblaje de animación, se le recuerda especialmente por su papel de Miguel de Cervantes en la serie Don Quijote de la Mancha (1978), por el agente Dix en La vuelta al mundo de Willy Fog y por el del Cardenal Richelieu de D'Artacan y los tres mosqueperros (1981), también fue la voz de Eustaquio Habichuela en la serie animada Agallas, el Perro Cobarde.

Para saber más...

martes, 24 de febrero de 2015

24 febrero 1858 se crea la Escuela Normal Central de maestras del Reino

Hasta 1857 con la Ley Moyano no aparece la normativa legal para abrir Escuelas Normales de Maestras. La Escuela Normal Central de Maestras de Primera Enseñanza, fue creada por Real Orden de 24 de febrero de 1858, con el carácter de Central del Reino, y se inauguró el 21 de marzo del mismo año, teniendo agregada la Escuela Lancasteriana de niñas para los ejercicios prácticos, ocupando de momento,  el local de esta última en la calle Valverde, y algún tiempo después pasó a un edificio en la del Arco de Santa María. Su primera Directora fue Dª. Ramona Aparicio, cargo que ejerció durante veintitrés años.

Los estudios duraban dos años académicos, y su plan no parecía muy ambicioso en sus comienzos. El primer año consistía en: “Lectura en prosa y verso. Doctrina Cristiana. Gramática Castellana. Aritmética. Sistemas y métodos de enseñanza y Labores propias del sexo”. En el segundo curso continuaban las mismas asignaturas y además “Geografía e Historia de España. Higiene. Pedagogía y Dibujo aplicado a las Labores”. A pesar de todo representó un notorio avance en la cultura del pueblo.

En el Reglamento Orgánico de la Escuela, de 1882, se establece la creación de una Biblioteca de la cual, hasta ese momento había carecido. Dentro del plan general de organización de la Escuela y de la reseña del material científico con que contaría, adquiere especial relevancia su establecimiento para contribuir a la formación de las alumnas y ampliación de conocimientos de los profesores. También podía ser utilizada por los profesores del magisterio al permanecer abierta a horas compatibles con sus horarios, los cuales precisamente les hacían imposible asistir a Bibliotecas públicas.

Biblioteca de la Escuela Normal de Maestras. Visita de Ruiz Jiménez

En el artículo 18 del Reglamento se establece claramente de que tipo de obras debía formarse el fondo bibliográfico: “1º). De obras de Pedagogía en todas sus aplicaciones, así españolas como extranjeras. 2º). De libros que versen sobre las asignaturas que comprende el programa de la Escuela. 3º). De revistas pedagógicas nacionales y extranjeras. 4º). De publicaciones oficiales sobre legislación y estadísticas escolares de otros países. 5º). De publicaciones de cultura general”.

En 1882 se reforma el plan de estudios ampliando el cuadro de asignaturas completándolo con “Ciencias Naturales, Literatura y Bellas Artes, Moral y Derecho, Francés y Gimnasia”, los estudios constituyen ya cuatro cursos en tres grados: Elemental, dos años; Superior, tres; Normal, un año, lo que supone un avance al crear el grado Normal.

La Escuela, en una reunión de Junta de profesores en 1883, aprueba un presupuesto destinado a cubrir las necesidades del centro derivadas de la implantación de las nuevas enseñanzas, de la creación de la nueva Biblioteca, renovación de material científico, etc. La adquisición de obras para la Biblioteca comenzó inmediatamente aumentado su colección con los diferentes donativos de libros hechos por algunos profesores de la Escuela.

Edificio de la calle Santísima Trinidad 37

Desde 1939 la Escuela tenía su sede en el edificio de la calle Santísima Trinidad nº 37 (en el cual ya hemos visto a la Escuela de Maestros), donde celebra el Centenario de su creación. La Escuela Normal de Maestras estaba dirigida entonces por Julia García y Fernández Castañón. La Secretaria, Dª María Jardiel Poncela, en un estudio realizado con motivo de esa celebración, nos aporta los siguientes datos sobre la Biblioteca comparando los de 1939, año en que comienza la segunda época de existencia de la Escuela, con los de 1958:

“La biblioteca de esta Escuela está nutridísima como indicamos en la siguiente estadística: Número de volúmenes en 1939 = 1.876; Idem íd. En 1958 =  8.056; Obras leídas en un trimestre de 1939 = 1.500; Idem íd. En 1958 = 13.166".

"Consta de dos salas de lectura y un despacho para la bibliotecaria. La luz es espléndida; los muebles cómodos, y el servicio procuramos que esté siempre bien atendido, ya que las alumnas concurren en gran número para estudiar o consultar obras, así como para llevarse a casa, pues funciona también como circulante”.

Abandona en 1960 su anterior sede para trasladarse a un nuevo edificio situado en la Avenida de las Islas Filipinas, número 3. Una vez instalada la Escuela se destina como local para la Biblioteca un aula situada en planta baja hasta que, al ver rebasada su capacidad, se traslada en 1975 a otro local de mejores condiciones en la segunda planta.

Al igual que ocurrió con la Escuela de Maestros, hasta finales de 1979 no cuenta la Biblioteca con personal bibliotecario cualificado, con la incorporación de su primera Directora Dª Alicia Martín Vara que, también en este caso, tuvo que reorganizar todos los servicios de la Biblioteca, instalación de la Sección de Libre Acceso, Catalogación, Registro, etc., consiguiendo una ampliación y racionalización del espacio, con despacho de trabajo, estanterías en peine para el libre acceso y redistribución de las mesas para estudio, instalaciones que inauguró en mayo de 1986.

A partir de 1987 ocupa el cargo de Dirección Dª Ana González Castrillo, que sigue la labor comenzada por su antecesora y que permanece en ese puesto hasta la incorporación de la Biblioteca, a partir de septiembre de 1998, en la de la Facultad de Educación.