miércoles, 14 de enero de 2015

14 Enero 1526 Carlos V y Francisco I firman el Tratado de Madrid

El Tratado de Madrid fue firmado el 14 de enero de 1526 por Carlos I de España y Francisco I de Francia en Madrid, donde Francisco I estaba prisionero tras la derrota francesa en la Batalla de Pavía.

Casa y Torre de los Lujanes, en la Plaza de la Villa. Lugar de la firma del Tratado

Bajo los términos del tratado, Francia renunciaba a sus derechos sobre Milanesado, Génova, Borgoña, Nápoles, Artois, Tournai y Flandes en favor del emperador Carlos. Además, Francisco I se comprometía a casarse con la hermana de Carlos, Leonor, y a enviar a dos de sus hijos a España como garantía del cumplimiento del tratado.

En este tratado en su artículo siete se establecía la renuncia a apoyar a Enrique II de Navarra en la recuperación del Reino de Navarra, tras su conquista:

"que el rey (Francisco I) procurará con todo su poder que don Enrique de Labrit renuncie a él, del reino de Navarra, a favor del Emperador, y si don Enrique lo rehusare, el rey de ninguna manera, le haya de asistir con sus fuerzas".


Carlos V hacia la batalla de Mülhberg. Tiziano. 1548

Unos 40 años más tarde estas posesiones resultarían cruciales para el Imperio de los Habsburgo, pues posibilitaron la comunicación por tierra con Flandes, entonces enguerra, a través de la ruta conocida como Camino Español. Francisco fue liberado el 6 de marzo y, escoltado por Lannoy, viajó al norte hasta Fuenterrabía. El 18 del mismo mes, cruzó el Bidasoa, llegando a Francia al fin. Al mismo tiempo, el Delfín y su hermano pasaron a España desde Bayona, para quedar rehenes, como se había acordado. Para entonces, Francisco había conseguido la paz con Inglaterra por el Tratado de Hampton Court, firmado por Thomas Wolsey y el embajador francés. El Tratado fue ratificado por una delegación francesa en Greenwich, en abril de 1527.

Carlos V visitando a Francisco I después de la batalla de Pavía, por Richard Parkes Bonington 1827

No obstante, Francisco no tenía intención de cumplir el resto de lo acordado en Madrid. El 22 de marzo, con la bendición del Papa —miembro de la familia Médicis, disgustado con la preponderancia española en Italia—, declaró su desvinculación con el acuerdo alegando que se había firmado bajo coerción. El Papa Clemente VII, que mientras tanto se había convencido de que el creciente poder del emperador ponía en peligro sus posesiones en Italia, envió negociadores a Francisco I y Enrique VIII para estudiar una alianza contra él. Enrique, al no haber obtenido prebenda alguna en el Tratado de Madrid, se mostró receptivo a la oferta. 

Prendimiento de Francisco I en la Batalla de Pavía, por Juan de la Corte

En mayo, Francisco y el Papa se aliaron para iniciar la Guerra de la Liga de Cognac en un intento de recuperar los territorios perdidos por los franceses; Enrique, que no consiguió en un principio que el tratado se firmase en Inglaterra, no se uniría a la liga franco-vaticana hasta 1527. La guerra probó ser una elección equivocada para los intereses de Francisco y más incluso para el Papa (que estuvo cerca de perder la vida), pero Francisco y su sucesor, Enrique II de Francia, continuarían con sus intentos de hacerse con el Milanesado en sucesivas Guerras Italianas, para finalmente renunciar a su posesión en la Paz de Cateau-Cambrésis en1559.

Europa occidental en 1525, después de la batalla de Pavía. El Imperio español se encontraba entonces en plena confirmación como potencia hegemónica en los campos de batalla europeos. Precisamente en las Guerras Italianas se forjaron sus temibles tercios, una formación novedosa y virtualmente invencible hasta 1643, en la batalla de Rocroi, dónde nuevas técnicas de guerra probaron ser más eficaces que las ideadas originalmente por el Gran Capitán

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